Turbocompresores Usados


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Muchos conductores y entusiastas de los automóviles, enfrentados a una falla del turbocompresor, buscan una forma más económica de resolver el problema que comprar una pieza nueva y, a menudo, costosa. Una alternativa popular es un turbocompresor usado o reacondicionado. Sin embargo, la decisión de comprar un componente de este tipo suele recibir opiniones mixtas: desde advertencias cautelosas hasta recomendaciones confiadas. En este artículo, discutiremos qué buscar al elegir un turbocompresor usado, los riesgos involucrados y cómo encontrar un equilibrio entre precio y calidad.

¿Por qué comprar un turbocompresor usado en primer lugar?

Un turbocompresor usado puede ser una gran solución para aquellos que no quieren gastar grandes sumas en uno nuevo (especialmente cuando se trata de piezas originales – OEM – de fabricantes de alto nivel). Por ejemplo, para un coche que ya tiene muchos kilómetros o no se planea usar por mucho tiempo. Además, los turbocompresores reacondicionados a menudo cuentan con componentes internos actualizados, por lo que pueden ser casi tan confiables como los nuevos, pero a un costo menor.

Tipos de turbocompresores usados

Es importante tener en cuenta que existen varias categorías de turbocompresores usados:

Principales riesgos al comprar un turbocompresor usado

Ya sea que hablemos de un turbocompresor usado sin reacondicionar o de una pieza reacondicionada, vale la pena considerar los riesgos potenciales:

Presta atención a estos criterios

Si aún decides comprar un turbocompresor usado, intenta evaluar algunos puntos clave:

  1. Origen del producto y reputación del vendedor: Intenta trabajar con talleres especializados en reparación de automóviles o talleres especializados en reparación de turbocompresores que ofrezcan al menos garantías mínimas. Alguien que ofrece una pieza de manera informal es poco probable que brinde un servicio de calidad.
  2. Equilibrado y pruebas de calidad: Pregunta si el turbocompresor ha sido probado y si se han realizado pruebas de equilibrado VSR (Vibration Sorting Rig). Estas pruebas reducen la probabilidad de vibraciones irregulares y desgaste prematuro de los cojinetes.
  3. Piezas reemplazadas: Verifica si los sellos, cojinetes, álabes han sido reemplazados por piezas nuevas o si se han reutilizado piezas de otro turbocompresor usado. Los cojinetes baratos "chinos" pueden no soportar altas RPM.
  4. Compatibilidad con tu motor: Asegúrate de que el modelo del turbocompresor coincida con los parámetros de fábrica o la configuración de afinación que necesitas. Bridas incorrectas, lados de escape o admisión no coincidentes causarán dificultades de instalación o incluso desequilibrios en el control del motor.
  5. Garantía corta: Incluso algunos turbocompresores usados o reacondicionados vienen con una garantía de 3 a 6 meses. Si el vendedor no ofrece nada, debes estar preparado para asumir todo el riesgo.

Turbocompresor reacondicionado: un compromiso entre nuevo y usado

Los turbocompresores reacondicionados son una excelente opción cuando es importante mantener la configuración original del motor y la confiabilidad, pero no quieres pagar por un componente OEM completamente nuevo. Un turbocompresor reacondicionado profesionalmente generalmente ha pasado por varios procesos:

Estos turbocompresores a menudo se venden con una garantía limitada (por ejemplo, hasta 12 meses), lo que brinda una mayor sensación de seguridad que comprar directamente en un desguace. A menudo, los turbocompresores reacondicionados cuestan hasta la mitad que los nuevos originales, pero funcionan casi igual de bien (especialmente si el aceite, el enfriamiento y el control del motor están en buenas condiciones).

Principales beneficios y consejos finales

¿Ahorrar o invertir? La decisión depende del estado de tu coche, la duración planificada de uso, las capacidades financieras y la reserva de potencia requerida. Entonces, para resumir:

¿Vale la pena comprar un turbocompresor usado? – Esta pregunta requiere un enfoque reflexivo en cuanto a precio, confiabilidad y operación a largo plazo. Por un lado, un turbocompresor usado o reacondicionado puede ofrecer un compromiso atractivo entre la carga financiera y la confiabilidad técnica. Por otro lado, confiar ciegamente en la primera oferta barata aumenta el riesgo de pagar el doble cuando el turbocompresor falle nuevamente o incluso dañe el motor.

En cualquier caso, un diagnóstico adecuado, componentes actualizados de calidad y una garantía de servicio son cosas esenciales que te ayudan a elegir un turbocompresor que funcione bien pero no sea demasiado costoso. Por lo tanto, antes de finalizar la compra, verifica todo lo que puedas: desde la reputación del vendedor hasta los documentos específicos de reacondicionamiento. De esta manera, te asegurarás de que tal decisión realmente ofrezca el resultado deseado: un motor turboalimentado duradero y confiable sin gastos innecesarios.

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